Esta receta la vi en el blog de La Receta de la Felicidad y como me pareció deliciosa y fresquita me decidí a hacerla. He modificado algunos ingredientes y cantidades para adaptarla a mis necesidades y tengo que decir que el sabor es espectacular.
¿Qué necesitamos?
-200 g. de harina de trigo
-250 g. de azúcar
-200 g. de harina de trigo
-250 g. de azúcar
-90 g. de cacao puro en polvo
-Una pizca de sal
-Una cucharada pequeña de levadura en polvo
-Dos huevos
-200 ml de buttermilk.Podemos sustituirlo por 200 ml. de leche y una cucharada de vinagre
-100 g. de mantequilla (bizcocho) y 50 g. más para la cobertura
-80 ml de café. Si no os gusta el sabor del café, se puede cambiar por un vaso de agua caliente
-300 g
de helado de queso con fresas
(Mercadona) o bien, hacerlo casero.
-200 ml de nata para montar
-Una tableta de chocolate Nestlé (para fundir)
-Almendra troceada para decorar (opcional)
¿Cómo lo hacemos?
Si no disponemos de buttermilk, lo sustituiremos por 200 ml de leche a la que añadiremos un cucharada de vinagre. Dejamos reposar unos 8-10 minutos y ya lo podremos remover y utilizar.
Precalentamos el horno a 180º y mientras aprovechamos para preparar los moldes (engrasar con mantequilla y espolvorear con harina). Los moldes han de ser de la misma medida y no se deben usar los desmontables. Si no tenemos dos moldes iguales, podemos hacer el proceso doble, es decir, primero, con la mitad de ingredientes un bizcocho y después, el otro. De esta manera, tardaríamos más.
Para preparar los bizcochos, comenzaremos mezclando de forma manual los siguientes ingredientes: la harina, el azúcar, el cacao, la sal y la levadura. A continuación, los huevos batidos, el buttermilk o similar y la mantequilla fundida. Removemos hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados. Ahora, es cuando podemos agregar el café recién hecho. Continuamos removiendo.
Vertemos la mezcla en los moldes o el molde, y horneamos durante 20-25 minutos. Comprobamos si está listo el bizcocho pinchando con un palito y si sale limpio, ya lo tenemos. Dejamos que se enfríen y desmoldamos.
Preparamos otro molde más alto para que tenga cabida nuestra tarta. Colocamos un papel de hornear o papel film para que luego podamos desmoldar más fácilmente y, a continuación, ponemos uno de los bizcochos. Sacamos el helado del congelador y unos minutos más tarde, vamos extendiéndolo por toda la base. Colocamos el otro bizcocho y ya podremos guardarlo en el congelador.
Unas horas más tarde, mejor de un día para otro, le haremos la cobertura. Hervimos la nata y le añadimos el chocolate troceado y la mantequilla, removemos hasta conseguir que todos los ingredientes estén bien integrados. Vertemos por encima de la tarta y añadimos las almendritas picadas.
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